Me pregunto qué estarás haciendo ahora mismo, imagino que ser feliz aunque me duela que no sea yo el que está a tu lado.
A lo lejos se intuye tormenta, su violencia es ridícula comparada con la de tu recuerdo y mi duda de si aquello que más ansío es solo una ilusión que no existe.
La luz artificial va apoderándose de la natural, al igual que pasa con los restos de mi alma. Es el ciclo de la vida y de nuestras vidas, mañana tal vez se pueda ver la puesta de sol, pero ninguno de los dos estaremos aquí para verla.
Me doy cuenta de que solo necesitaba vomitar esto hacia el mar para que se lo llevase lejos. Vuelvo a ponerme los auriculares y a subir el volumen. No solo soy un tío duro, también único.
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