domingo, 13 de enero de 2019

Unplugged: Trastero

Lunes:
Por fin se acaba la navidad. Cansado de tener 2 domingos seguidos y de que la gente se despida por la calle como si viviéramos los últimos días antes de un Armaggedon. Vuelvo a Madrid, decido ir a comprarme un capricho para cenar y así luego ver una peli, pero pienso: “antes termina eso en lo que estabas trabajando en el tren”. Termino. Medianoche, la cena fría y la peli por empezar. Al final es lo de siempre.

Martes
Coincido con David Gistau en boxeo, supongo que mi regalo de Reyes llega cuando Carlos dice: David, te pones con Borja. Intento mirar hacia la pared para que nadie note mi alegría. Tras algún fallo y hacerme la broma de que le quiero zurrar porque soy dentista, hablamos de la peli de Silvio (la última de Sorrentino). Vuelvo a casa pensando que yo me retiré a Cerdeña pero no recuperé ningún gobierno, tampoco el de mi vida. Al menos hoy ceno mi pulpo favorito de Madrid.

Miércoles:
Hoy toca trabajar lejos. Como con Juanan, cambiamos de año pero ni una tilde de las bromas de siempre. Todo el mediodía con la broma de “vas a salir pronto” “si, si, descuida”. Minutos más tarde de lo previsto, mensaje de Juanan: At the end it’s the usual”. Corriendo hacia Atocha paso por El Corte Inglés, me quedo pensando unos segundos, Houellebecq estrena la novela del año, si entro a comprarla tengo altas probabilidades de perder el AVE. No me imagino explicando en casa el motivo. 

Jueves:
No hace tanto frío. 
¿Por qué esa puta cebolla roja en el atún?

Viernes:
Hoy el trabajo me permite comer en casa. Es una actividad que se está convirtiendo como ver al Real Madrid, es algo que solo puedo disfrutar de vez en cuando (en Champions) y no todas las semanas. 
Son las 6 y pico de la tarde y parece que tímidamente va alargando el día.

Sábado:
Día de cortarme el pelo. Es algo que haría semanalmente por la narcolepsia que me produce. De hecho procuro elegir bien quién me lo corta, porque aunque viera que me ponen un cazo para cortármelo, no podría ni hablar. Es algo que no puedo evitar. Por la tarde quedo con Álvaro. Me tengo que ir antes de tiempo. Al menos me alegra que sepa el por qué. Hay días que uno no debería salir de la cama. Lo bueno es que solo duran 24h. 

Domingo
Día de relax. Algo anecdótico es que mi madre ha subido fotos antiguas guardadas en el trastero. Tan antiguas que me veo en mis primeras navidades, algunas son fotos que no había visto nunca. En otras, un pelin más mayor, me veo con gomina y casi puedo oler hasta la colonia de Álvarez Gomez. En todas veo la ilusión de mis padres por serlo. Me gusta ver quien fui y en quién quiero convertirme. Voy a tener que salir del trastero más a menudo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario